jueves, 17 de marzo de 2011

¡Hecho en Japón!


¡Hecho en Japón!

Juan Carlos Ramón Rueda
Publicado en www.diariodelhuila.com el 17 de marzo de 2011.

No existe un pueblo con más fuerza interior, decisión de lucha y capacidad de superación que el japonés. Las recientes imágenes que muestran el desastre originado por el terremoto del pasado once de marzo nos recuerdan a Hiroshima y Nagasaki en 1945. La desolación y la destrucción de las ciudades junto a los reveladores testimonios audiovisuales de la tragedia humana y los miles de hogares y familias afectadas. Japón sobrevivió a la II Guerra mundial tras dos bombas atómicas que debieron haber doblegado su espíritu y por el contrario, tras unas pocas décadas logró superar a su verdugo en aspectos sociales, educativos y de innovación tecnológica, posicionándolo de manera admirable en la cúspide  de los países más avanzados y poderosos del planeta tierra.

Japón enfrenta de nuevo la tragedia. El tsunami que devastó una buena parte de su geografía, que ha puesto en riesgo la seguridad del planeta ante el inminente holocausto nuclear, y la debacle que se anticipa de su poderosa economía, terminará afectando la economía mundial, los mercados y los precios de los artículos de consumo en todo el mundo. Pero aun así, también será el punto de partida sobre el cual, una vez más el pueblo japonés reedificará su imperio y volverá sobre los cimientos de la hecatombe a reconstruir toda su infraestructura fundamentados principalmente en la disciplina y fortaleza en valores humanos que les ha caracterizado y distinguido  como a ningún otro pueblo en el mundo. Japón se crece ante las adversidades y las condiciones adversas utilizando las virtudes que les honran: Humildad, tenacidad y espíritu de superación.
Volverán a hacerlo. Lo japoneses obedecerán ciegamente las instrucciones de sus líderes, y basados en disciplina y capacidad de trabajo reconstruirán rápidamente de las cenizas sus fabricas, casas, escuelas e infraestructura. Seguramente, surgirán con nuevo y poderoso ímpetu tras la hecatombe.

Es en este momento de tragedia en el que todo el mundo se solidariza y contribuye de alguna manera en ayudar al pueblo japonés en el que vale la pena poner sobre la opinión pública la enorme capacidad de superación de los japoneses. Pensar en que quizá con su tragedia no solo aprendan ellos mismos de su desgracia, sino que sea un ejemplo para todos los países del mundo la forma como han enfrentado las fallas en su sistema social por culpa de la fuerza de la naturaleza, que una vez más nos demuestra a todos los seres humanos, lo frágil que resulta ser el pedazo de tierra sobre el cual estamos parados girando insondablemente en la profundidad del universo.

Los seres humanos tenemos el destino en nuestras manos. Apoyar todas las políticas de protección del medio ambiente es una premisa fundamental para que la raza humana sobreviva a los desastres naturales que están por venir. Pero especialmente, debemos aprender a ser humildes, creativos y disciplinados, como lo ha sido el pueblo japonés en medio de su tragedia. Esa es una lección que ayuda a construir y que debemos resaltar.

juancramon@gmail.com

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