miércoles, 23 de febrero de 2011

Estaba ComPRADA… ¡Pero no me vuelvo a vender!

Estaba ComPRADA… ¡Pero no me vuelvo a vender!


Juan Carlos Ramón Rueda
Publicado en http://www.diariodelhuila.com/ el 24 de febrero de 2011.
Así me dijo una amiga esta semana y deduje ingenuamente que se refería a las particularidades que contiene la nueva reforma política y que se supone, tendrán efectos positivos en las elecciones del presente año. El tema es bien importante teniendo en cuenta que, según un estudio realizado en la costa Caribe, “uno de cada dos ciudadanos nos afirma que conoce a alguien, de manera efectiva, que ha intercambiado el voto por un bien”. El informe presentado hace pocos días por la directora Nacional de la Misión de Observación Electoral, MOE, Alejandra Barrios, es dramático. Demuestra lo que la mayoría de la población ya sabe. Que en Colombia hay compra de votos, presiones indebidas, sobornos, plata, favores, chanchullos y marrulla para ganar las elecciones: “El 11% afirma conocer a una persona que ha cambiado su voto por un subsidio. En la Costa ese porcentaje alcanza un 21% de ciudadanos que dicen que han recibido un subsidio por un voto. En Bogotá, un 11% ha señalado que ha recibido subsidios por apoyar un candidato, el 23% que han votado a cambio de dinero y un 2% que ha recibido presiones para no votar”. En términos generales, destapa una olla podrida frente a la cual la mayoría se tapa la nariz y pasa derecho. El asunto es pertinente en época preelectoral en un año definitivo por la elección de los nuevos gobernantes y dignatarios locales.

Como se ha vuelto costumbre, los grupos que trafican drogas como la guerrilla y las bandas criminales actúan en esta época para apoderarse del poder local. Y para ello, en muchas oportunidades han impuesto los candidatos provenientes de sus propias huestes y preferencias, pero también han logrado permear a la clase dirigente tradicional, especialmente en algunas regiones de la patria. Ha sido un hecho claro que en el Huila eso no ha sido así. O por lo menos no lo había sido hasta hace unos pocos años. Informes periodísticos recientes demuestran influencias mafiosas especialmente en el sur del Huila, que son afanosamente acalladas por algunos de los líderes de la región que defienden el pundonor y las buenas costumbres de sus pueblos ancestrales, pero que a la luz de la realidad socioeconómica son evidentemente incontrovertibles.

Ojala que las autoridades competentes no permitan que al Huila poco a poco lo invadan las mismas enfermedades que han dejado en la ruina y en manos de bandidos extensas y ricas regiones de la geografía nacional.

De otra parte, una nueva reforma política pretende evitar la compra de votos. Que se acabe la burda compra de conciencia camuflada en un contrato de prestación de servicios que son los “pregoneros” como lo ha sustentado un buen ciudadano, el Doctor Miguel Morera. Que se aumenten los controles, las sanciones y la tecnología de punta para evitar la suplantación de identidad. Todos estos mecanismos ayudan a evitar el fraude electoral. De esta manera finalmente mi amiga, y muchas de sus compañeras, más conscientes de lo dañino de su actitud para la sociedad, ahora podrán decir orgullosas… ¡NO ESTOY COMPRADA!

juancramon@gmail.com

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